Los desinfectantes son productos destinados al mantenimiento y cuidado de la limpieza y desinfección en diferentes entornos y superficies. Es fundamental comprender que el ser humano no es el único ser en la Tierra, junto a él conviven una multitud de organismos más. Entre ellos se encuentran los microorganismos, aquellos seres imperceptibles a la vista si no se hace uso de un microscopio. Dentro de este grupo se encuentran las bacterias, los virus, los hongos, los protozoos y las algas.
Muchos de estos microorganismos tienen efectos positivos para la vida, el medio ambiente y la salud del ser humano. Sin embargo, existen otros muchos que resultan perjudiciales para la salud de las personas ocasionando numerosas enfermedades e, incluso, la muerte. Es por esta razón que se requiere el uso de potentes desinfectantes capaces de destruirlos y eliminarlos, principalmente en lugares donde su presencia pueda ocasionar grandes riesgos y peligros.
Por consiguiente, la formulación de estos químicos depende del microorganismo al que es capaz de neutralizar. De ese modo, es posible encontrar los siguientes tipos de desinfectantes:
- Desinfectantes bactericidas: destinados a la destrucción de bacterias.
- Desinfectantes viricidas: destinados a la destrucción de virus.
- Desinfectantes fungicidas y levuricidas: destinados a la destrucción de hongos y levaduras.
Asimismo, existen diferentes tipos de desinfectantes que debido a sus propiedades funcionales se recomiendan en ciertas circunstancias más particulares. La Nota Informativa sobre productos desinfectantes de 29/03/2011 de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, clasifica los desinfectantes en tres categorías legales:
- Biocidas
- Productos sanitarios
- Medicamentos
¿Qué desinfectantes se utilizan en quirófano?
Los desinfectantes hospitalarios deben actuar contra un amplio espectro de microorganismos patógenos de manera rápida y potente, sin producir efectos tóxicos durante o tras su uso y que sean lo más asequibles posible. Por todas estas razones, los desinfectantes más comunes utilizados son aquellos que se encuentran en la categoría de productos sanitarios ya que su uso está exclusivamente destinado a la desinfección de instrumentos invasivos y no invasivos.
Es importante fijarse que todo producto aplicado para este fin exhibe el marcado CE en su etiquetado junto el número de identificación del Organismo notificado que ha intervenido en su evaluación. A su vez, el fabricante deberá haber efectuado una Declaración CE de Conformidad con los requisitos de la regulación de productos sanitarios y debe poseer los certificados CE correspondientes.
¿Qué desinfectantes se pueden usar en la piel?
En el caso de la piel, nuestra primera barrera natural física contra los microorganismos, esta debe ser tratada de manera diferente según si se trata de piel sana o piel dañada con heridas, cicatrices, quemaduras, infecciones…, etc.
Por consiguiente, los biocidas son los químicos dedicados a tratar la piel sana. También entran dentro de esta categoría aquellos productos que se aplican al campo quirúrgico preoperatorio y los destinados a la desinfección del punto de inyección, así como, los desinfectantes de ambientes y superficies utilizados en los ámbitos clínicos o quirúrgicos que no entran en contacto con el paciente directamente.
Por el contrario, la piel dañada debe ser tratada con los variados tipos de desinfectantes químicos del grupo medicamentos. Estos están regulados por R.D 1345/2007, de 11 de octubre, por el que se regula el procedimiento de autorización, registro y condiciones de dispensación de los medicamentos de uso humano fabricados industrialmente, y posteriores modificaciones, y por el R.D. 824/2010, de 25 de junio, por el que se regulan los laboratorios farmacéuticos, los fabricantes de principios activos de uso farmacéutico, el comercio exterior de medicamentos y medicamentos en investigación, así como por el resto de normativa de medicamentos que pueda resultarles de aplicación.
¿Para qué tipo de tejidos podemos usar Sanytol (desinfectante textil)?
El tan conocido desinfectante textil Sanytol es capaz de eliminar hasta el 99,9% de gérmenes de la ropa, siendo eficaz contra todo tipo de bacterias, hongos y virus. Debido a su gran poder de acción, es capaz de retirar los malos olores dejando un aroma perfumado y permanente.
Puede ser aplicado en todo tipo de tejidos y de colores. Entre sus usos podemos destacar cualquier tipo de ropa, ya sea íntima, de deporte, de bebés y niños, de hogar como toallas, sábanas, manteles, ropa de trabajo o ropa que haya estado en contacto con personas enfermas. También es posible aplicarlo sobre ropa delicada que no puede ser lavada a altas temperaturas ya que este producto es eficaz incluso en agua fría. Asimismo, sobre textiles en contacto con animales y mascarillas reutilizables.
Un buen desinfectante se caracteriza por su alto poder biocida y su amplio espectro. Además, debe ser estable, homogéneo, penetrante y soluble en agua y grasas. Es interesante que sea compatible con otros químicos como jabones o ceras para combinarlos y obtener su máxima eficacia. Y lo más importante, asegurarnos que establece una correcta relación costo-riesgo-beneficio.
Algunos de los desinfectantes más comunes son los alcoholes, el cloro y sus derivados clorados, formaldehídos, peróxidos, el ácido peracético, los compuestos fenólicos y los compuestos de amonio cuaternario, como el cloruro de benzalconio.
Para culminar este artículo, cabe mencionar que antes de aplicar un desinfectante sobre una superficie, es fundamental asegurarse que dicho producto cumple con la normativa vigente y que precisa del registro (HA) necesario para ser utilizado en industria alimentaria. También es recomendable disponer siempre de las fichas de seguridad de cada uno de ellos.
